MIARMA TOWN, XITO PARRONDO
Es un placer lector tener entre manos una primera novela. Como los primeros amores, la primera obra es a su vez imperfecta, osada, pero inigualable en ilusiones. Xito Parrondo construye una obra movido por dos pulsiones. En primer lugar, el humor. No nos engañemos, hacer reír carece del prestigio artístico de otros sentimientos básicos. Quien lo ha intentado, sin embargo, es consciente de la dificultad que entraña provocar una risa. Los resortes del dolor, de la desazón, de la tristeza son más fluidos. Hacer reír o al menos dibujar una sonrisa requiere de procesos más profundos. La sensibilidad al dolor es compartida. Se vincula fácilmente a la ternura: se extrae de la chistera un vínculo emocional y una pérdida y el dolor surge con la intensidad de un volcán. Un niño, un anciano, un padre, una mascota. El sufrimiento es un prisma de diversos lados. Otra muy diferente es provocar el humor. Los subjetivismos juegan un importante papel. Parrondo se sirve de dos elementos que le dan res...

