Proletkult, Wu Ming

La curiosidad me corroía. Quería leer algo de Wu Ming. Me hice con Proletkult. Sin embargo, pese a la curiosidad, cierto respeto me refrenaba. Considero la literatura como parte de un proceso individual. Cierto es que pasa por muchas manos y más ojos antes de que el manuscrito acabe convertido en el libro que llega a nosotros. Pero eso de que la obra estuviese firmada por varias manos me imponía cierto temor. Por este motivo Proletkult ha estado viviendo el sueño de los justos durante demasiado tiempo en mi librería, hasta que finalmente sumergirme en sus páginas.

Antes de hablar de la obra considero necesario realizar unos breves apuntes del autor… o mejor dicho: del colectivo literario. Wu Ming según el tono que se emplee en la primera sílaba puede significar Anónimo o 5 hombres. La pretensión primordial de este colectivo es primar la obra sobre la fama del autor. Motivo éste por el que, pese a que los integrantes de Wu Ming no son anónimos y participan de la difusión de su obra, no permiten ser fotografiados o filmados por los medios de comunicación. Es el recurso empleado para proteger la obra de la fama de sus autores.

“Una vez que el escritor se convierte en un rostro… se inicia un torbellino caníbal: ese rostro aparece por todas partes, casi siempre en forma inoportuna”.

Pese a mis temores Proletkult me ha parecido una obra muy interesante. Es cierto que a nivel formal, procedente de un colectivo de autores, me esperaba algo más arriesgado, menos convencional. Pero ésas eran mis expectativas. Proletkult es una obra con una narración muy aseada, muy inteligente, pero que creo que podría haber escrito cualquier buen escritor de forma individual.

Se desarrolla en el cumplimiento de la primera década de la revolución rusa. En sus páginas se entremezclan con bastante acierto diversos temas, gravitando alrededor de Alexandr Bogdanov, un personaje real, economista, filósofo, escritor de ciencia ficción y director de un centro de transfusiones sanguíneas en el que se pretende obtener una suerte de inmortalidad. Desembarazar la realidad de la ficción, las contradicciones del régimen soviético, el arte proletario y las vidas previas de los entonces gerifaltes soviéticos se dan la mano en una lectura que no puedo ocultar que, pese a mis reticencias, me ha gustado.

¿Habéis leído a Wu Ming? ¿Qué os parece la pretensión de este colectivo?

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