Calle Este-Oeste, Philippe Sands

 

Calle este-oeste es probablemente la mejor obra narrativa que he leído cuyo tema principal es de índole jurídica. No solo eso. A pesar de la profundidad y complejidad del tema, se trata de una obra a la que el autor ha sabido impregnar de un ritmo que la convierte no solo en amena, sino casi en un thriller.

Para comprender su dimensión creo que necesario un inciso sobre el autor. Philippe Sands es un abogado anglo-francés. Es profesor de Derecho y director del centro de Cortes y Tribunales Internacionales del University College  de Londres. Hablamos de una autoridad en la rama del derecho internacional. Un aspecto relevante de cara a valorar la obra. Philippe Sands es hijo de madre judía. Uno de los personajes principales de la obra es su abuelo. La historia de éste.

Como decía, el tema principal de la obra es de índole jurídica. La pugna entre dos ideas opuestas pero que pretenden el mismo fin. Nos encontramos en el contexto de los juicios de Nuremberg, en los que, tras la guerra, serán juzgados los grandes jerarcas nazis por sus horribles actos. La defensa de éstos se centra en que éstos se cometieron no por ellos de forma individual, sino como parte de la soberanía del estado. No son por tanto imputables a ellos. La persecución de sus opositores, homosexuales y minorías, el levantamiento de los bienes de la población judía, su pérdida de nacionalidad y tantos y tantos desmanes obedecieron al cumplimiento de leyes aprobadas de forma reglamentaria. Es lo que en Derecho se conoce como positivismo. 

Hersch Lautrepacht
A fin de evitar la impunidad de los nazis entran en juego dos conceptos jurídicos novedosos: por un lado, el de crímenes contra la humanidad, que pretende la protección de todo individuo debido a la existencia de una serie de derechos inherentes al ser humano y, por otro lado, el genocidio, que aunque pretende el mismo fin, tiene en su definición la protección de grupos étnicos ante ataques deliberados de un estado. La contraposición de estos dos conceptos, uno de carácter individual, el otro colectivo es, y no otro, el conflicto principal de la obra.

Raphael Lemkin
De este modo, y como en cierto modo barrunta el título de la obra, Calle este-oeste se cimienta a través de 4 personajes reales. Éstos componen una suerte de eje de coordenadas. Las posiciones de Este y Oeste estarían ocupadas por los juristas Hersch Lautrepacht y Raphael Lemkin, autores intelectuales de los conceptos de crímenes contra la humanidad y genocidio, respectivamente. Curiosamente, ambos estudiaron en la ciudad actual de Lviv. Una ciudad que hoy pertenece a Ucrania, pero que en los primeros años del siglo XX pasó de pertenecer al Imperio Austro- húngaro, a Polonia, a la República Popular de Ucrania Occidental, a la URSS y finalmente a la Alemania nazi, antes de su circunscripción actual.

Lviv en la actualidad
En la misma ciudad de Lviv vivió Leon, el abuelo del autor y motor narrativo de la obra. Leon es uno de tantos judíos polacos víctima de las atrocidades de un estado. Para él queda la posición el norte en ese eje de coordenadas ficticio. En cierto modo, la necesidad identitaria de aproximarse a la historia de su abuelo, colmada de silencios por éste, más allá de lo que le sucediera antes de vivir en el Paris de posguerra, es lo que produce la voracidad de información del autor y por ende, la escritura de la obra.

Hans Frank
¿Y en el Sur? Como contraposición a la figura de víctima de Leon asoma la del flagrante criminal de guerra, Hans Frank. Llamado el carnicero de Polonia. De su despacho parten las órdenes primero de desposesión de propiedades de los judíos polacos, su reclusión en guetos y su posterior envíos en trenes de la muerte a campos de exterminio.

A través de la vida de estos 4 personajes, Philippe Sands crea una obra con una carga histórica y jurídica muy importante, con una documentación previa digna de un ensayo, pero que pese a su fragilidad como tal, no deja de pertenecer a la narrativa. Una obra tan estimulante como necesaria, cuya carga jurídica no impide su aproximación a los legos. Es un acercamiento a éstos, no un tratado, lo que considero que no dificulta su lectura.

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