Hamnet, Maggie O´Farrell
Normalmente
cuando hablo de libros, trato de evitar cualquier revelación que afecte
a la trama. En este caso, difícilmente voy a conseguirlo. Por mucho que
se traten de hechos históricos, creo necesario hacer esta mención para
futuros lectores.
A
veces me fuerzo a escribir. Termino un libro y quiero escribir pero el
peso de la página en blanco es grave. En ocasiones, lo consigo. Aunque
no siempre es así. También sucede que las ideas van brotando conforme la
lectura avanza. Cuando me enfrento al papel, no tengo más que
recolectar los frutos que mi memoria ha conservado.
Si
escribiera conforme esta segunda opción, diría que Hamnet, de Maggie
O´Farrell es tejida a través de una estructura interesante, escrita de
manera aseada, con personajes algo estereotipados y planos pero que
queda muy lejos de las expectativas que habían. En una línea temporal
asistimos al amor entre dos jóvenes que no es permitido por sus
familias. En otra línea, años después, una de las hijas de esta pareja
enferma de peste. Encuentro demasiados tics, más propios de best
sellers, de las novelas históricas que colman los anaqueles de las
librerías más comerciales. Recorría sus páginas y el tedio era la
principal sensación que me inundaba.
Estaba
a punto de abandonar su lectura. Entonces colgué un tuit donde venía a
decir esto mismo. Una horda de lectores me brindó su apoyo. No les había
gustado, se habían aburrido o habían sido vencidos por las
expectativas. Al mismo tiempo, algunos usuarios de Twitter mostraron su
rechazo a mi opinión. Como si no fuese más que eso: una opinión, con
todas sus miserias, vivencias y avatares, de un lector. Algunos lo
hicieron desde el respeto. Otros dejaron caer sus insinuaciones. Si no
te gusta Hamnet, es que eres lo que eres.
Me
propuse terminarlo por honestidad. Para no emitir una opinión parcial y
sesgada. He de reconocer que mi visión con la segunda parte. A partir
de la muerte de Hamnet, la obra sufre un cambio de perspectiva. Se
vuelve una obra más mundana. Pierde en ambición, pero gana en
credibilidad. Deja de ser coral. La línea temporal se recompone.
O´Farrell nos habla del dolor de una madre, de la frustración y las
dudas que corroen el alma. A través de una mujer de finales del siglo
XVI se ejemplifica un sentimiento universal como el luto, como la
expansión en el tiempo de su dolor. Me pregunto si las 250 páginas
anteriores, si la contextualización espacio-temporal, la coralización de
la narración y la retroacción eran necesarias para alcanzar este
clímax. Me da a entender que le sobran páginas. Muchas páginas. Pero
ésta es tan solo mi opinión.
Por
todo ello, Hamnet me parece una obra fallida, pero no, como me
apuntaron algunas voces, porque sea un machista, mi visión del universo
esté contaminada por el heteropatriarcado o por mi incapacidad genética
de empatizar con el dolor de una madre, que a su vez es una olvidada en
la historia, a favor de unos de los hombres más relevantes de la
humanidad, William Shakespeare. Hamnet, como me sucedió con Nunca me
abandones, del premio Nobel Kazuo Ishiguro, es una obra que lo apuesta
todo a un momento final, una situación en la que el autor hace cabriolas
y el pino con las orejas, pero que descuida el resto, no logra atrapar a
ese lector que soy yo.
Gracias por la reseña Pedro. He leído mucha crítica favorable del libro y bueno es cotejarla con alguna distinta. Te sigo leyendo!👍🏻
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