Lecturas destacadas 2021

He querido hacer una lista con las lecturas más destacadas de este año. Quería que fuesen 10, pero me salieron 12. Qué le vamos a hacer. Me he movido por la pretensión de que estuviese recogido el mayor número de géneros. Echo un vistazo y encuentro cómics, clásicos, ensayos, relatos, ciencia ficción, posmodernismo e incluso, alguna novela.

El orden es estrictamente cronológico.

 

1. El buscón de las Indias, Guarnido. Interesante versión cómic del clásico de Quevedo... que va aún más allá del original.

2. La guerra no tiene rostro de mujer, Svetlana Alexievich. El año pasado leí Voces de Chernobyl y quedé enamorado de los libros de esta mujer. De su capacidad de escribir las grandes historias a través de las voces de los personajes más insignificantes, como si se tratara de un collage. En este caso, se repite el formato. Solo que la temática es aun más interesante. Las mujeres combatientes en el bando soviético durante las Segunda Guerra Mundial y el olvida a la que las condenaron.

3. Nada se opone a la noche, Delphine de Vigan. Tal vez el libro más triste que nunca he leído. Escritura habilidosa, capaz de contar la historia de su madre y su trágico suicidio sin caer en el más mínimo patetismo. Brillante.

4. Homo Deus, Yuval Noah Harari. Como me sucede con Alexievich o Kapuscinski, cada año trato de leer una de sus obras. El pensador israelí destaca por su inteligencia, por su sencillez a la hora de abordar temas complejos como puede ser el futuro que nos depara como especie.

5. Axiomático, Greg Egan. Tras leer a Ken Liu, me dijeron que Egan y Ted Chiang desarrollaban un tipo de relatos de ciencia ficción de mejor manera. A Chiang lo había leído. Así que lo único que podía hacer era embarcarme en la lectura de Egan. Algo que no resulta sencillo. Sus obras están descatalogadas en España. Conseguí Axiomático de segunda mano en una edición horrible que mezclaba páginas, así que la leí como si tratara de Rayuela... de forma accidental. Los relatos de Egan son hard. Y posiblemente con una formación técnica podría valorarlos aún más. Pese a no tenerla, me fascinaron por su inteligencia y profundidad

6. El cielo de los animales, David James Poissant. La opera prima de Poissant (al menos en España) es una colección de relatos independientes (salvo un par) que destacan por su depurada narrativa y el dolor que pueden producir.

7. Historia del cine, Román Gubern. No me considero un cinéfilo. Solo me gustan las historias que el cine nos regala. Pese a ello, reconozco en Historia del cine, no solo un magnifico repaso al devenir del cine desde el mudo hasta nuestros días, sino un análisis de la evolución del propio ser humano y su tecnología.

8. El arco iris de gravedad, Thomas Pynchon. Me hizo pasarlo realmente mal. No solo por su volumen, sino también por la dificultad que entrañó su lectura. Se trata de una obra imposible si el lector pretende comprender cada pasaje, cada frase o cada situación. Una vez que se supera este escollo, aparece una lectura tan compleja como maravillosa, tan profunda como absurda.

9. El infinito en un junco, Irene Vallejo. Me bastaron unas pocas páginas para enamorarme. Decía que iba a hablar de la historia del libro, pero Vallejo empieza con Alejandro Magno, con Iron Maiden... El infinito es una demostración arrolladora de cultura y de amor por ella. Pero como las personas muy inteligentes, Vallejo no le habla a su ombligo. Se dirige a todos los públicos. Por ello, en lugar de escribir una obra para eruditos, regala una historia para todos los públicos, especialmente para los que amamos la cultura occidental y por ende, los libros.

10. Lolita, Vladimir Nabokov. No estaba preparado para que este libro me gustara. ¿La historia de amor de un pederasta y una niña de 12 años? Solo con pensarlo se me revolvía el estómago. Lástima de los prejuicios. Lolita es mucho más que esa historia de amor que imaginamos de una manera y que es de su opuesta. Es inteligencia, es mordacidad. Y encima, está tan dulcemente escrita...

11. Flores para Algernon, Daniel Keyes. La historia de un imbécil (por falta de inteligencia) que un experimento científico le permite desarollar un coeficiente intelectual por encima de lo normal. Se trata de una historia sobre la soledad de los extremos, muy bien desarrollada desde el punto de vista psicológica (no en vano, su autor fue psicólogo), que como la buena ciencia ficción permite ahondar en conceptos reales desde una perspectiva de ficción.

12. Sofoco, Laura Ortiz Gómez. Casi a final de año me encontré con esta sorpresa. Recomendación expresa de uno de los miembros de la editorial. Sofoco está compuesto por una serie de relatos independientes que comparten el telón de fondo de la lucha contra el narcotráfico en la Colombia de la que la autora procede. El libro es muy bueno. Pero solo por el relato El corazón del señorito, Sofoco merece estar en esta lista y en todas las listas que se os pueda ocurrir. De los mejores que he leído en muchísimo tiempo.