El pequeño salvaje, T.C. Boyle

El mito del pequeño feral que es criado por lobos forma parte de nuestro imaginario colectivo. No en vano, el relato mitológico establece la crianza de Rómulo y Remo por una loba. A priori, poco estímulo podría generar una novela sobre un niño que pasó sus primeros años en la naturaleza. Esa era mi planteamiento. Y por este motivo, la obrita de T.C. Boyle sucumbió al olvido en mi librería.

Sucedió que me hablaron muy bien del autor. Y antes que lanzarme por cualquier otra obra, pensé que mejor leer la que ya tenía. A fin de cuentas a duras penas alcanza las 120 páginas.

T.C. Boyle se destapa como un grandísimo escritor en esta breve obra que no se encuentra entre sus más citadas. Profundiza en la historia del niño salvaje como el ser más triste sobre la faz de la tierra. Sin los recursos innatos para sobrevivir en la naturaleza más extrema y llevado por los hombres a la ciudad, el pequeño salvaje siempre será eso. Un animal lejos de su entorno. Podrá tener alimento, calor y cama, pero con inteligencia se cuestiona el autor: ¿es lo que realmente desea?

A lo largo de la obra el pequeño salvaje sufrirá (sí, esa es la palabra adecuada) un proceso de humanización. Violento o amigable, los hombres querrán hacer de él otro más. El pequeño salvaje nunca lo será.

Deseando quedo de leer más obras de Boyle.