No puedo ser justo. George Saunders
tiene algo como escritor que me hace ser subjetivo. Tras leer dos libros
suyos (me queda pendiente Guerracivil en llamas, actualmente descatalogado en
castellano) me encuentro relatos que comparten unas características:
dominio del lenguaje coloquial, situaciones cargadas de lo absurdo y una
imaginación desbordante que emplea como contexto de alguno de sus
relatos, un hecho que me recuerda a Etgar Keret, conocido por su
Pizzeria Kamikaze y otros relatos (otra lectura recomendada).
En Pastoralia, a diferencia de 10 de diciembre, encontramos, además
de los habituales relatos saundersianos una nouvelle. Quizá la lectura
más interesante de la obra. Una mezcla entre reality show y parque
temático. Dos individuos que deben vivir como hombres de las cavernas
sirve como contexto para una historia que trasciende lo absurdo para
contar lo que a cualquiera nos podría suceder. Lo irreal queda
constantemente en un segundo plano, como si no fuese relevante, como si
fuese tan real que no merece la pena centrarnos en ello. Esto es George
Saunders. Y por esto y por mucho más debe leerse.
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