El cuento de la criada, Margaret Atwood
Hace un año no había oído hablar de El cuento de la Criada. Conocía a
Margaret Atwood. No en vano, su nombre es uno de los habituales entre la terna de candidatos al
Nobel de los últimos años. Pero no le seguía la pista a esta obra. Seguía a otras. "Érase una vez" se encuentra en mi lista de futuras lecturas. Sin
embargo, fue aparecer la serie de la HBO y un cataclismo acabó por
desencadenarse. Quería verla. Así que me dije: antes tienes que leer el
libro. Tan fácil. No sabía nada de la obra literaria y de pronto mecesitaba leerla como un daño colateral. Algún día, hablaremos de la versión serie.
No entré en el libro con buen pie. Más descriptivo de lo habitual en el (¿)género(?) de la distopía me aburría. El libro entra con lentitud. Casi sin apreciarlo. Prácticamente solo se nos cuenta la microhistoria, la historia personal de una mujer que actúa como criada para una familia, solo que no es una criada en el uso actual, ni tampoco una familia. La macrohistoria o el marco en el que la narración se inserta se suministra con pequeños apuntes. Hasta tal punto que es el lector, el que a falta de una explicación profunda, monta su propia película. Cuando llega ese momento admiro a Atwood. Soy así de oportunista.
Por último, una pequeña reflexión que de vez en cuando me ronda por la cabeza. ¿Cuántos de esos libros maravillosos sufrirán la tiranía del olvido, bien por el anonimato del autor, la ceguera de una editorial o por el mero transcurso del tiempo y las modas?
No entré en el libro con buen pie. Más descriptivo de lo habitual en el (¿)género(?) de la distopía me aburría. El libro entra con lentitud. Casi sin apreciarlo. Prácticamente solo se nos cuenta la microhistoria, la historia personal de una mujer que actúa como criada para una familia, solo que no es una criada en el uso actual, ni tampoco una familia. La macrohistoria o el marco en el que la narración se inserta se suministra con pequeños apuntes. Hasta tal punto que es el lector, el que a falta de una explicación profunda, monta su propia película. Cuando llega ese momento admiro a Atwood. Soy así de oportunista.
Por último, una pequeña reflexión que de vez en cuando me ronda por la cabeza. ¿Cuántos de esos libros maravillosos sufrirán la tiranía del olvido, bien por el anonimato del autor, la ceguera de una editorial o por el mero transcurso del tiempo y las modas?
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