Como Bestias, Violaine Bérot

Hace unos años leí Carcoma de Layla Martínez. Desde el principio me sentí atrapado por el texto. Su sencillez tan compleja, su renovación o mejor dicho, empleo de un contexto y lenguaje de nicho para aproximarse a un tema mucho más profundo, más general y más actual. La consideré una de las mejores lecturas de ese año. La sensación tras leer Como bestias guarda una serie de importantes elementos en común. Si bien, Carcoma deconstruye el relato de terror, concretamente el tan habitual de la casa encantada, Violaine Bérot se atreve con un género diferente, el de los cuentos tradicionales, concretamente, con el de las hadas. 

Antes de escribir esta reseña leí la que Gema Montelleó realizó. Comenzaba y repetía una y otra vez la frase “Érase una vez…”. Pocas palabras son más acertadas. Como hemos dicho, Como Bestias es, sobre cualquier otra condición, un cuento. Absorbe parte de la tradición cuentística para deconstruirla y dar un paso más. Como Bestias es un cuento de fantasía con hadas y hombres monstruosos que, como corresponde a nuestro imperio de la sinrazón de la razón, no podemos comprender.

Como corresponde a una historia de estas características, la acción se desarrolla en un pueblo remoto en la montaña. Un lugar donde los viejos aun siguen creyendo en las historias de hadas permitiendo de este modo el mantenimiento de su existencia.

Los puntos de conexión con Carcoma de Layla Martínez son varios. La sencillez del lenguaje, el trasfondo, la denuncia, incluso la brevedad. Ambos son como pequeñas bombas. Una vez se detonan pueden asustar del radio hasta el que se expande su radio de alcance. Como bestias centra su foco narrativo en la vida de un joven. Lo llaman de forma despectiva El oso. Lo hacen así por su tamaño y complexión. También porque, aquejado de un problema cognitivo, tiene dificultades para expresarse, lo que hace aun más complicada su comprensión por los habitantes del pueblo. En cierto modo, Como bestias es una recuperación del mito del buen salvaje. En este aspecto me gustaría recomendar la que podría ser una buena manera de acceder a la narrativa de un autor como TC Boyle: El pequeño salvaje. La aproximación a los hechos se realiza a través del formato de entrevistas con diferentes testigos. Una decisión por parte de la autora de indudable valor. Cada entrevistado aproxima al lector a los hechos salpicando la narración por su propio sesgo. Se define a sí mismo por lo que cuenta de El oso y la madre con la que vive. Hay por lo tanto una narración bifocal. Cada personaje cuenta de El oso para hablar de sí mismo. El formato con el que Violaine Bérot da forma a estas entrevistas, inmersas en unas pesquisas policiales a raíz de un hecho investigado, con respuestas sin preguntas, me ha traído a la memoria una obra de unos de mis autores más apreciados. El controvertido Entrevistas breves con hombres repulsivos de David Foster Wallace. 


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