Trinity. Historia gráfica del Proyecto Manhattan, Jonathan Fetter-Vorm

Al albor de los grandes acontecimientos cinematográficos del año las librerías acostumbran a llenar sus anaqueles de libros relacionados con éstos. Entre esa marea, a veces irregular, es posible encontrar auténticas joyas. Obras que, sin el impulso de la película en cuestión, quizá nos hubiésemos privado de disfrutar. Desconozco si la reacción en cadena que produce que Trinity. Historia gráfica del Proyecto Manhattan sea accesible al público en España obedece a esta imposición modal. En cualquier caso, merece la pena alegrarse.

La primera sensación que se apodera del lector, una vez transcurren algunas de sus páginas, es la difícil clasificación que puede hacerse de la obra. Trinity toma prestado lo mejor de cada género según sus necesidades narrativas. El inicio es magistral. Coquetea con las máximas del documental a fin de aproximar al lector a los conocimientos básicos de física nuclear necesarios para comprender el valor del descubrimiento científico. No en vano, el autor del documento gráfico (me niego a emplear novela gráfica, Trinity es mucho más) Jonathan Fetter-Vorm destaca a lo largo de su carrera literaria como impulsor de cómics históricos con un innegable trasfondo divulgativo.

El verdadero protagonista de Trinity no es Robert Oppenheimer como sucede en la cinta de Michael Nolan y el libro en el que se basa, el premio Pullitzer de Biografía: Prometeo americano. No, Trinity narra la historia del controvertido físico, pero el protagonismo innegable de la historia es la propia bomba nuclear. De ahí que sea necesaria la argumentación científica de los adelantos que la permitieron, pero también el proceso de construcción en el que Oppenheimer, como no podía se de otro modo, adquiere su considerable importancia, pero trascendiendo su figura y relevancia. Trinity es, tal como decía uno de los mejore profesores de historia con los que me he cruzado, las causas y consecuencias de un hecho.

De ahí que todo uso narrativo sea válido para conseguir su propósito. La divulgación científica, los análisis históricos, pero también la pura narración de los acontecimientos que tuvieron lugar en Los Alamos mientras el equipo dirigido por Oppenheimer daba pasos en pos de la consecución de la bomba.

No se dejen asustar por sus pretensiones. Trinity es una obra tremendamente accesible, con un trato meticuloso con el lector, capaz de conducirlo con amabilidad por temas a priori farragosos como podrían ser el progreso atómico o los primeros síntomas de la guerra fría. Trinity es sin lugar a dudas una de las mejores obras gráficas que he leído.

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