Pedro Juan Gutiérrez

Hay una serie de autores para los que me vuelvo mar y visito una y otra vez. Pedro Juan Gutiérrez es uno de ellos. Considero que no es fácil aproximarse a su obra. No por la dificultad que puede implicar su lectura. Sus frases son breves, sus formas austeras. Es el halo que lo rodea, los temas que centran su literatura. Es fácil denostar a Pedro Juan Gutiérrez. Una mirada aparente concluirá que tan solo habla de sexo, de alcohol y de podredumbre. Que es un autor machista y sexista. Que sus relatos se asemejan los unos a los otros. Que es una versión cubana de Bukowski. Cada punto tiene su lado de certeza, pero inevitablemente adolece de ser una visión muy simplista. En la forma Pedro Juan Gutiérrez domina con maestría el uso de las frases breves. En los temas que emplea se refleja su visión de la realidad social cubana, un pesimismo atroz que es lo que rezuman sus textos, aderezados por pinga, ron y hambre, que es su propio sexo, drogas y rock and roll.

Como muchos cubanos, la vida de Pedro Juan Gutiérrez es un lugar común: una vida de superación. Periodista por la Universidad de La Habana, se especializó en la investigación en cárceles, favelas brasileñas y la frontera entre EEUU y México.

Su inicio artístico tuvo lugar en la década de los 80 a través de la poesía visual. El reconocimiento literario le llegó a través de la publicación de Trilogía sucia de La Habana. Además de narrativa, ha publicado poesía y literatura de viajes.


Como dijera Bolaño, considero a Pedro Juan Gutiérrez un mejor cuentista que novelista. Sus relatos recogen instantes. No necesitan el desarrollo de una trama. Son más poéticos que narrativos. Pese a ello, la producción novelística de PJG es extensa:

El rey de La Habana (1999)

Historia de un joven adolescente lanzado a las calles de La Habana de los años noventa. Una novela basada en hechos reales, escrita crudamente, sin aderezos ni adornos, en la mejor tradición del realismo sucio. Desarrollo de su saga sobre la ciudad caribeña y su gente más pobre y marginal: mendigos, prostitutas, travestis, vendedores callejeros, pícaros, borrachos, los habitantes de un edificio abandonado y en ruinas, tipos sin un centavo, con hambre, siempre al borde de la muerte.

Animal tropical (2001)


Animal tropical contiene varias historias coincidentes, pero en esencia es la historia de un hombre atormentado: Pedro Juan, el personaje mítico de la Trilogía sucia de La Habana, reaparece algún tiempo después.

Nuestro GG en La Habana (2004)


El escritor británico Graham Greene llega a La Habana en 1955 y se sumerge en un mundo donde confluyen artistas porno, travestis, agentes del FBI y de la KGB, cazadores de nazis y la mafia italiana de Nueva York. Basada en hechos reales, esta novela recrea un momento apasionante y hasta ahora desconocido de la historia cubana más reciente.

El nido de la serpiente: Memorias del hijo del heladero (2006)


Suerte de prólogo de Trilogía de La Habana. Historia de juventud de Pedro Juan en los años sesenta. Es un joven impetuoso, insolente y quizás un poco alocado, que atraviesa esta novela a la velocidad de un torpedo. Decenas de personajes aparecen y rebotan contra Pedro Juan, para conformar así una visión vertiginosa de una época especialmente caótica y efervescente.

Fabián y el caos (2015)


Cuba en la década de 1960. La revolución ha triunfado y dos jóvenes que aparentemente no tienen nada en común se hacen amigos. Pedro Juan es atlético, fornido y con el tiempo será un seductor amante de las mujeres . Fabián es su opuesto: enclenque, asustadizo y miope, toca el piano, es homosexual y su familia vivió tiempos mejores en la Cuba prerrevolucionaria.Esta amistad improbable seguirá a lo largo del tiempo y las vidas de estos chicos volverán a cruzarse en los años venideros. Pedro Juan se habrá convertido para entonces en un hedonista. Fabián será un artista sin capacidad para enfrentarse a una realidad hostil.

Estoico y frugal (2019)


Pedro Juan llega a Madrid en medio de un gélido invierno, con un libro ya publicado y una incipiente carrera literaria en marcha, y allí vivirá aventuras vitales y sexuales sin freno. A Carolina, que un buen día se marcha a Londres, la sustituirán una madre y un hijo que lo acogen en su casa repleta de juguetes antiguos, un círculo de mujeres maduras nada asexuadas, una fotógrafa belga aficionada al sadomaso que tiene un amante gay y voyeur, una chica que está haciendo una tesis sobre literatura cubana… Y después, viajes a Burgos, Benidorm, Alemania e Italia, donde siguen los encuentros singulares: con un escritor que lo lleva a un club gay, con un serbio enloquecido, con un viejo amigo de la antigua RDA, con una fotógrafa que se dedica a sacar fotos en la morgue romana… Y, entre lance y lance, Pedro Juan se plantea su futuro y se pregunta si quiere ser un autor famoso y de éxito o un autor invisible.

Además de su excepcional Trilogía sucia de La Habana, compuesta a su vez por los libros Cuentos de La Habana vieja (1997) y Anclado en tierra de nadie (1998) y Sabor a mí (1998), su producción de relatos comprende otros libros: Polizón a bordo (1990), Melancolía de los leones (2000), Carne de perro (2002), Nada que hacer (2002) y El insaciable hombre araña (2003).

Para su lector avanzado recomiendo la lectura de Diálogos con mi sombra (2013), una suerte de entrevista del autor PJG a su alter ego literario, Pedro Juan. Un muy interesante análisis de su cosmovisión vital y literaria, aderezada con la esencia de su literatura.


Su producción poética es también extensa. Haremos mención al volumen La línea oscura poesía escogida 1994-2014. Así como a los diversos ensayos publicados que abarcan desde la poesía visual cubana a Alejo Carpentier.

Por último, mencionar la adaptación al cine que de su novela El rey de La Habana realizó en 2015 el recientemente fallecido director español Agustí Villaronga.


 

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