Las Muertas, Jorge Ibargüengoitia

Hoy que tan de moda aparece el true crime merece la pena recordar una obra que se aproxima a su cincuenta cumpleaños y está basada en un crimen real. El true crime se ha convertido en una puerta narrativa no solo para obras cuyo motor principal sea el morbo de los hechos. Autores reconocidos hacen uso con herramientas de la mejor literatura a fin de denunciar situaciones de las que cuelgan. Es el caso por ejemplo de Leila Guerriero. En La llamada profundiza en el crimen que tuvo como objeto a Silvia Labayru para denunciar los desmanes del régimen militar de la Argentina de los años 70. No es la primera ocasión en la que en estos hilos nos enredamos con el true crime. El adversario de Carrere, La ciudad de los muertos de Nicola Lagoia o A sangre fría de Capote figuran entre nuestros favoritos. Todos cumplen la máxima anteriormente descrita. Son obras de un carácter eminentemente literario.

Demos un rápido repaso a los hechos que dieron pie a Las muertas. Los crímenes tuvieron lugar en México. Las asesinas eran conocidas como Las poquianchis,  todas hermanas de la familia González Valenzuela. Entre sus víctimas destacan otras mujeres a las que explotaban en una red de prostitución. También asesinaron sus bebés e incluso clientes. Se estima que el número total de víctimas podría superar las 150 personas, considerándose las asesinas seriales más prolíficas de la historia de México.

Estos son los mimbres que toma Jorge Ibargüengoitia para erigir la historia de Las muertas. La obra comienza con la frase:

Algunos de los acontecimientos que aquí se narran son reales. Todos los personajes son imaginarios.

Quizá los mayores logros de Las muertas se vean reflejados en el extraordinario empleo de las frases breves y en la construcción que hace de la historia cómo si se sacara un pañuelo de un bolsillo. Poco a poco. Desde la tormentosa relación de Serafina Baladro con Simón y su intento de asesinato hasta desplegar todo el arsenal de muerte y de explotación de mujeres de la que fueron culpables (en la obra) las hermanas Baladro y su imperio de prostitución.

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