GB84, David Paice

GB84 son dos novelas en un solo volumen. En una que explora el conflicto social de los mineros británicos contra el cierre de algunas minas decretadas por el gobierno de la liberal Margaret Tatcher en 1984. La otra novela es de corte negro. En el marco del conflicto se produce un asesinato. Si bien ambas narraciones comparten el mismo tratamiento: una construcción mediante sensaciones, el resultado, en uno y otro caso, es muy desigual. El conflicto minero es una buena obra. A veces, puede ser tediosa, del mismo modo que debió ser una huelga de más de un año de duración. Se exponen los distintos sufrimientos, la evolución en la resistencia, los medios y los titubeos. David Paice profundiza en todos los caminos. Pero lo hace a través de el marque leve de las sensaciones. Es el lector el que debe encargarse de unir los puntos, de construir el dibujo de lo que representó el conflicto para parte de la sociedad británica.

 

Si acaso, patina un poco esta novela con el personaje de El judío. El malo malísimo. El encargado en la sombra por Tatcher de boicotear la resistencia minera. Más allá de servir al poder y de su ideología anticomunista desconocemos los motivos que lo empujan a actuar de la manera en que lo hace, el afán por destruir. Es un personaje de segunda en una novela de primeras.

La otra novela es vaga. Poco sabemos de la comisión de un asesinato. Y poco sabemos, pese a que el personaje que lo comete no deja de aparecer. Transcurren las páginas y la sensación no desaparece.

Más allá de las propias páginas, Paice subraya la importancia de un hecho histórico, como el principio de un cambio de paradigma económico, el neoliberalismo, que alcanza hasta día de hoy y que es el impulsor y culpable de la crisis económica global de 2008.

De todos los puntos de la novela, me quedo con la resistencia de los mineros de a pie, los soldados rasos. Nada que ver con los líderes sindicales y otros destacados actores sociales. Esa resistencia llevada hasta el extremo más que por los objetivos a conseguir, para evitar ser considerado un esquirol y perder el respeto de la comunidad.

"Huelguista 360 días, esquirol 1 día y serás recordado como un esquirol".