Lincoln
en el Bardo es la primera novela de George Saunders. Por si no lo
conocen, el tipo es un autor de gran prestigio en el universo del
relato. Diez de Diciembre fue el primer libro que leí de Saunders. Desde
entonces soy adicto a sus pequeñas dosis. Uno de sus señas más
reconocibles es el lenguaje, a veces entrecortado, a veces repleto de
tacos; se nutre profundamente de la oralidad, y si bien en Lincoln en el
Bardo ha intentado respetar el contexto cronológico, algunas de sus
voces rompen los lazos de la temporalidad y sacan lo mejor de Saunders.
Hablando
de Lincoln, la sensación general es que probablemente sea la peor obra
de Saunders. No he leído guerracivilandia en llamas, pero dudo que
supere a ésta. Lincoln en el Bardo no es una novela. Más bien, parece
ser un relato que por extensión parece haberse ido de las manos y que
finalmente se ha engordado con pienso literario para que parezca en
primera instancia una novela de 400 y pico de páginas. Sin embargo, si
rascásemos, quitásemos situaciones sin profundidad, blanco, mucho blanco
que hay en el libro, nos saldría una obra de apenas 150 páginas. Ni
carne, ni pescado; ni frío, ni calor. Pese
a ello, hay elementos saundersianos en Lincoln. Como lector he tenido
la sensación de parte de su génesis o al menos de su desarrollo se ve
influido por un hecho actual como las redes sociales, probablemente en
gran medida por Twitter; tal vez se trate de un mero recurso del propios
Saunders de relativizar la demonización de las redes sociales: el ser
humano ha actuado del mismo modo en sociedad, las redes sociales tan
solo se tratan de la punta de un iceberg. Me gustaría no obstante pensar
que no es así y que Saunders trasvasa parte del funcionamiento de las
redes sociales a los comentarios que los diversos personajes en los que
configuran Lincoln cuentan determinados hechos.
Si
no has leído a Saunders, no sería la obra con la que empezaría. Si lo
has leído, lo amas y no tienes miedo a decepcionarte, en este caso,
Lincoln en el Bardo tampoco te recomendaría que la leyeras.
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