
Antagonía
la obra central de Luis Goytisolo, pero es tan solo un nombre.
Antagonía sirve sólo para englobar. Contiene 4 novelas en una suerte de
articulación que recuerda a las muñecas rusas o a los aliens de los que
brotan bocas de sus estómagos. El primer volumen me pareció el mejor con
diferencia. Tanta, que a veces me arrepiento de haber proseguido.
Recuento es posiblemente la gran novela total española. Si fuésemos
americanos y tuviésemos la etiquetadora en la mano o una memoria justa y
generosa dudo que no lo fuera. Recuento engloba todos los problemas de
la juventud de los jóvenes en los últimos años del franquismo. Desde la
herencia, el pasado agreste, el presente urbanita, el servicio militar,
la sexualidad, la política, la identidad catalana, el servicio militar,
las parrandas, la cárcel. Cada tema es a su vez un ensayo. No es un
libro de lectura sencilla. Goytisolo es de pluma ágil, de metáfora en la
metáfora, de ideas de profunda convicción con las que no se puede casar
en su totalidad. Y a pesar de todo, Recuento debe ser considerado de
los mejores libros de la segunda mitad del siglo XX.
Con
unos meses de tregua, inicié Los verdes de mayo. Su problema es de
genética, de dónde procede. Las cotas de Recuento eran tan altas que la
eclipsa. Necesitaba descansar de la lectura de Goytisolo. Luego vino La
cólera de Aquiles. Sin llegar a alcanzar la brillantez de Recuento, para
la que el autor había agotado y exprimido la mayoría de los temas
posibles, contiene interesantes juegos de metaliteratura. A diferencia
de las dos anteriores la voz narradora es en esta ocasión femenina. El
cuarto y último volumen, La teoría del conocimiento, me resultaba en
especial llamativo. El personaje central de Recuento quiere ser escritor
y menciona constantemente su ambición literaria y sus progresos en la
escritura. La teoría del conocimiento viene a ser la plasmación
metaliteraria de aquella ambición. Interesante juego de espejos
literario. Es posible que el único problema sea yo mismo, mis propias
expectativas. La teoría del conocimiento no es un libro independiente,
es un cambio de nombres, de situaciones para escribir las páginas de
Recuento sin su frescura y su profundidad. ¿Qué esperaba entonces? Que
la firma del personaje central pariera una obra en cierto modo
relacionada con su procedencia, pero libre de sus pecados. Muy al
contrario, me resultó una explotación de sus genes. Un parque jurásico
literario. ¿Recuerdan lo que ocurrió con los dinosaurios (y sigue
sucediendo en cada entrega) nacidos de los juegos de los científicos a
ser dios?
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